Sistema Agroforestal o Ecológico en caprinos


GANADERÍA CAPRINA ECOLÓGICA

La cría de pequeños rumiantes ha sido una actividad que ha realizado el hombre desde los albores de la historia para proveerse de carne, leche y pieles, principalmente. Según datos paleontológicos este animal fue domesticado principalmente en el suroeste asiático, en las cercanías o dentro de la zona donde se halló la cabra salvaje, es decir bezoar, aunque no está completamente definido. Se piensa que el bezoar salvaje del suroeste de Asia puede considerarse como el progenitor de las cabras domésticas. Es de suponerse que también  otros animales salvajes como el Markhor hayan contribuido a la formación de ciertas razas de la India y del cercano oriente. Antiguas civilizaciones entre ellas los pueblos egipcios utilizaban y criaban cabras par aprovechar su carne, leche y pieles. En Mesopotamia se han descubierto utensilios decorados con motivos de cabras. En Creta se han encontrado monedas donde se observa un carro tirado por cabras tipo bezoar (Padilla, 1989).

Fuente: Capra bezoar, recuperado de:https://www.shutterstock.com/es/image-photo/face-on-portrait-large-wild-male-78199849


Fuente: Markhor (Capra falconeri), recuperado de:http://netgeek.biz/archives/74036



Fuente: Markhor (Capra falconeri), recuperado de:http://www.arkive.org/markhor/capra-falconeri/image-G35721.html

Esta especie animal desde su aparición fue domesticada por el hombre, quien ha sabido valorar su utilidad económica y en la actualidad los derivados de la producción caprina continúan siendo una parte importante de la alimentación del hombre en muchas regiones del mundo. Es el caso, por ejemplo, de países del norte de África como Libia y Argelia  y países árabes como Siria y Jordania, que dependen en gran medida de estas especies para satisfacer sus necesidades proteínicas de origen animal. También en algunos países desarrollados de la Europa occidental, como sucede en Francia e Italia, los derivados lácteos de la producción caprina constituyen uno de los principales productos de exportación. Por otra parte el hecho de que cada vez sean más escasas las fuentes de proteína animal aunado al constante incremento demográfico mundial, hacen ver al ganado caprino como una alternativa importante para el suministro alimentario a un ingente poblacional.

Los caprinos son rumiantes adaptados a consumir forrajes diversos tanto herbáceos como leñosos, y dada sus características anatómicas y fisiológicas están capacitados para acceder a los arbustos y alcanzar material vegetal superior a su propia altura debido a su capacidad de ramoneador (Miñón et al, 1991; Renolfi, 1994).
Las cabras presentan un comportamiento alimenticio flexible y oportunístico, debido a la alta selectividad que ejercen sobre las especies disponibles en el área de pastoreo (Papachristou, 1997). El sobrepastoreo de estos animales, impacta en los sistemas naturales deteriorando las áreas forrajeras, por lo que el ecosistema debe poseer buena capacidad de respuesta al daño y recuperación rápida (McNaugthon, 1993). 


Fuente:Cabras en corral, recuperado de: http://www.mapama.gob.es/es/ganaderia/temas/zootecnia/razas-ganaderas/razas/catalogo/peligro-extincion/caprino/retinta/usos_sistema.aspx


Según Mena et al (2013) La ganadería ecológica caprina ha tenido un fuerte incremento en el medio rural del siglo XXI referido al último decenio, acaparando en la actualidad más del 9% del total de granjas, predominando las de carne (89,4%) frente a las lecheras (10,6%), con una cabaña alrededor de 51.000 animales (8% del total del censo de rumiantes y porcino), siendo mayoritarios las razas cárnicas, aunque son destacables los magníficos productos lácteos, quesos y yogures puestos en el mercado, por su alta calidad diferenciada, procedentes de las razas especializadas en la producción de leche. (P, 3)

Desde el punto de vista medio ambiental el caprino ecológico constituye una base fundamental para la preservación y dinamismo de aquellos sistemas agrosilvopastoriles infrautilizados, muchos de ellos parques naturales. El uso ecológico de esos agrosistemas reactiva el equilibrio de espacios de alto valor biológico, previene los incendios forestales, debido al control que la cabra realiza sobre la biomasa inflamable. La integración del caprino ecológico explotado bajo un pastoreo racional, bioecológico e higiénico, en el marco de una ajustada carga ganadera adaptada a la tipología selvícola y pastoril del territorio, fomenta la regeneración del monte viejo y restauración del paisaje, por lo cual es determinante la integración del caprino ecológico con objetivos de sostenibilidad y autosuficiencia del sistema.


PRODUCCIÓN ECOLÓGICA Y LA AGROECOLOGÍA

La agroecología provee las bases ecológicas para el mantenimiento de la biodiversidad en la agricultura, además desempeña un importante papel en los sistemas agrícolas y pecuarios con el fin de alcanzar una producción agropecuaria sustentable. El establecimiento de sistemas agropecuarios biodiversos promueve una variedad de servicios ecológicos en los agroecosistemas que, de no existir, pueden ocasionar costos significativos (Méndez, 2010).




Fuente: Granja caprina ecológica San Isidro. Máster en Agroecología, Desarrollo Rural y Agroturismo. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=JIbIjfVuoeg 

Según la definición que recoge el Reglamento (CE) Nº 834/2007 del Parlamento Europeo y del Consejo, un sistema de producción ecológica, orgánica o biológica es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado grado de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes para el bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. 


Los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel social doble, por un lado, aportan productos ecológicos a un mercado específico y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.

Un buen aprovechamiento y gestión de los recursos naturales y un manejo acorde a las condiciones particulares del entorno, son las bases de lo que agricultores y ganaderos habían venido haciendo hasta que a mediados del siglo XX, se produjo una importante intensificación de los sistemas productivos, conocida como la “Revolución verde” y su homólogo en ganadería, la “Revolución ganadera”. Como consecuencia de ello aparecieron sistemas productivos aislados del medio natural, en los que se rompió el equilibrio del ecosistema y se separó la ganadería de la agricultura. Este hecho provocó importantes efectos perjudiciales, tanto desde el punto de vista ambiental como social, entre los que están la contaminación del aire, suelo, agua y alimentos, la pérdida de biodiversidad, o la concentración del poder de gran parte de la industria agroalimentaria en un reducido número de empresas transnacionales.

Este nuevo enfoque pretende dar soluciones novedosas a los problemas, partiendo de la consideración de las interacciones de los componentes físicos, biológicos y socioeconómicos de los sistemas agropecuarios e integrando este conocimiento en el ámbito regional para encaminarse hacia una producción de alimentos más sustentables, lo cual se enmarca dentro de la Agroecología. La Agroecología, es un nuevo campo de conocimientos, un enfoque, una disciplina científica que reúne, sintetiza y aplica conocimientos de la agronomía, la ecología, la sociología, la etnobotánica, y otras ciencias afines, con una óptica holística y sistémica, y un fuerte componente ético para generar conocimientos y validar y aplicar estrategias adecuadas para diseñar, manejar y evaluar agroecosistemas sustentables.

¿Qué dicen los Reglamentos 834/2007 y 889/2008 sobre bienestar animal?

(i) que se elijan razas adecuadas, capaces de adaptarse a las condiciones locales y resistir a las enfermedades o problemas sanitarios;
(ii) que la alimentación se base en el uso de alimentos ecológicos, con una cantidad de fibra suficiente (en el caso de los rumiantes), con el aporte de las vitaminas necesarias y cubriendo las necesidades sin forzar a los animales;
 (iii) que se apliquen prácticas ganaderas que mejoren el sistema inmunitario y refuercen las defensas naturales contra las enfermedades, con la inclusión de ejercicio regular y acceso a zonas al aire libre y zonas de pasto, si procede; Yolanda Mena Guerrero.
 (iv) que el personal encargado posea conocimientos básicos sobre salud y bienestar animal;
 (v) que la carga ganadera y las condiciones de estabulación se ajusten a las necesidades de desarrollo y a las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales, estableciéndose unas superficies mínimas para cada tipo de animal;
 (vi) queda prohibido el atado o aislamiento de animales;
(vii) que se utilicen formas naturales de reproducción;
 (viii) y que se reduzcan al mínimo el tiempo de transporte y el sufrimiento de los animales.



Fuente: https://es.pinterest.com/pin/543457880004009438/

La producción ecológica es la puesta en práctica de los principios que recoge la Agroecología. Según la IFOAM (International Federation of Organic Agriculture Movements), estos principios son: el de salud (la agricultura ecológica debe sostener y promover la salud del suelo, planta, animal, persona y planeta como una sola e indivisible); el de ecología (la agricultura ecológica debe estar basada en sistemas y ciclos ecológicos vivos, trabajar con ellos, emularlos y ayudar a sostenerlos); el de equidad (la agricultura ecológica debe estar basada en relaciones que aseguren la equidad con respecto al ambiente común y a las oportunidades de vida); el de precaución (la agricultura ecológica debe ser gestionada de una manera responsable y con precaución para proteger la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras y el ambiente).


 DESARROLLO DE LA GANADERÍA CAPRINA ECOLÓGICA

Las explotaciones de pequeños rumiantes, principalmente caprinos, por lo general tienen características específicas. Entre éstas están la utilización de agostaderos o tierras marginadas, prevalencia del sistema pastoril, un bajo nivel de mecanización, la producción estacional de queso y la venta de animales jóvenes y hembras de desecho (Ronchi y Nardone, 2003).


Fuente: https://es.123rf.com/photo_20208754_cabras-pastando-en-el-prado.html

Existe una demanda creciente por un nuevo modelo de producción en caprinos y ovinos que satisfaga objetivos múltiples, tales como la eficiencia productiva, el bienestar animal, el uso correcto del medio ambiente y los recursos no renovables, así como la calidad y seguridad de los productos que de ellos derivan (Gibon et al., 1999).

El objetivo general es garantizar la sostenibilidad del sistema de producción considerando el impacto medioambiental, la salud de los animales y su productividad. La disponibilidad de alimento se ha identificado como uno de los factores más apremiantes para los sistemas de producción en pequeños rumiantes de la mayoría de las regiones. En muchas áreas ganaderas el crecimiento de pasto está limitado por la escasez y distribución irregular de las lluvias durante el año y entre años, así como las altas temperaturas del verano (Nardone, 2000). Por ello, para la producción orgánica de ovinos y caprinos resulta fundamental la elección de un sistema de pastoreo apropiado, basado en el conocimiento de factores climáticos, suelo y topografía (Ronchi y Nardone, 2003).

Un modelo posible para la explotación de pequeños rumiantes en condiciones orgánicas son las granjas mixtas, donde las cosechas y los animales se consideran como partes integrales de un sistema y no como componentes diversificados. La combinación de diferentes tipos de cosecha y animales ofrece una integración sinérgica con una contribución total mayor que la suma de sus efectos individuales (Devendra, 2003).


Algunas causas del menor desarrollo de la ganadería caprina ecológica, en general y de la de orientación lechera, en particular, son las siguientes:

- El caprino lechero tiene una alta dependencia de alimentos suplementarios al pastoreo, especialmente de concentrados, que difícilmente pueden ser producidos dentro de la propia explotación en el caso de España, ya que el ganado caprino suele localizarse en terrenos marginales, poco productivos. El ganadero se encuentra con problemas de suministro, siendo difícil hoy por hoy localizar alimentos certificados en cantidad suficiente, con un buen equilibrio entre la energía y la proteína y con una buena relación calidad/precio.

- El consumidor tiene la imagen de la cabra pastoreando en espacios abiertos, por lo que los productos del caprino se asocian a una producción “natural”, a pesar de que una buena parte de las explotaciones caprinas españolas están estabuladas. Esta percepción del consumidor hace que éste no valore adecuadamente el hecho de que la leche o la carne hayan sido producidos de modo ecológico. - Son pocos los ganaderos que realizan una adecuada gestión de su explotación y que llevan correctamente el registro de gastos, ingresos o sucesos productivos y reproductivos. Sin embargo, la toma de datos es esencial para el proceso de certificación ecológica. A pesar de todo lo dicho, el hecho de que sigan siendo numerosas las explotaciones caprinas ligadas, en mayor o menor medida, al pastoreo, y de que el queso sea un alimento de calidad cada vez más demandado por la población, hacen pensar que sería posible y deseable fomentar la ganadería caprina ecológica. 


Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 2007

Causas del escaso desarrollo del caprino ecológico

 1. La subida general del precio de los cereales unido a la escasez de concentrados ecológicos, las hace muy vulnerables económicamente. 
2. Muchas de las explotaciones de sierra ecológica no tienen suficiente con su superficie (por cuestiones de cantidad y calidad) y por su localización, difícilmente van a ser autosuficientes. 
3. Dependencia del caprino lechero de los concentrados, que generalmente no son producidos en la propia explotación y que son difíciles de encontrar en el mercado ecológico. 
4. El caprino de carne está en declive.
5. Hay una falta de una estructura de comercialización de los productos derivados del caprino, especialmente de la leche y el queso. Este problema puede generalizarse a las explotaciones caprinas ligadas al pastoreo. 
6. En general los productos del caprino se asocian a sistemas pastorales. 
7. Dificultades de los ganaderos por su poca formación en gestión. 
8. La subvención tarda mucho en llegar y existe la incertidumbre de si la darán o no. 
9. Al igual que las explotaciones similares de la zona, los márgenes están muy ajustados en relación al trabajo (dedicación y dureza).

Normativa sobre producción ecológica

 Producción dentro de un ecosistema agrario. Alimentos procedentes de la propia explotación o de explotaciones colaboradoras. 
• Máximo respeto hacia el bienestar y la protección de los animales. Reglamento 
• Evitar el empleo sistemático de sustancias químicas de síntesis. Alimentos ecológicos. Medicina alternativa.
• Renunciar al uso de organismos genéticamente modificados (OGM)


Fuente: https://es.123rf.com/photo_40465078_rebano-de-cabras-pastando-en-las-montanas-en-espana.html
Diversidad de explotaciones y análisis de casos
  1. Explotación multifuncional de orientación cárnica, con una importante superficie de pastoreo y algo de consumo de alimentos del exterior





Fuente: Mena (2013), Tomado de: http://www.uco.es/zootecniaygestion/img/pictorex/28_13_16_Caprino_ecologico.pdf

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  • Explotación de orientación lechera poco especializada, con pastos arbustivos de mediana calidad, multifuncional, sin cultivos para forraje pero sí para grano que consumen las cabras.





Fuente: Mena (2013), Tomado de: http://www.uco.es/zootecniaygestion/img/pictorex/28_13_16_Caprino_ecologico.pdf

2. Explotación de caprino lechero con un tamaño y unas producciones medias, con pastos arbustivos de baja calidad y complementación con pequeñas áreas de cultivos (para suplementar fibra) y con concentrados que compra fuera.




Fuente: Mena (2013), Tomado de: http://www.uco.es/zootecniaygestion/img/pictorex/28_13_16_Caprino_ecologico.pdf

Estrategias de mejora

1.- Minimizar la dependencia de concentrados, pudiendo oscilar entre 500 y 700 g/día y cabra. Hay que resolver el problema de disponibilidad de concentrados ecológicos y fomentar la asociación con agricultores de la zona.
2.- Realizar una buena selección de los animales: compromiso producción- adaptabilidad. 
3.- Comercializar la carne y la leche como productos ecológicos o productos de calidad diferenciada. Implicación del ganadero en la comercialización. Estrategias de mejora 
4.- Diversificar la explotación con otra actividad productiva que no perjudique a la finca, que aproveche las infraestructuras y que conlleve poca mano de obra. 
5.- Ayudas destinadas a valorar económicamente la contribución social y medioambiental que hacen estos sistemas (deben pagarse al inicio del año) 
6.- Formación en temas de gestión y racionalización de la mano de obra 
7.- Fomento del consumo de quesos ecológicos.


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 Indicadores de sostenibilidad


  • Alcanzar perfecta armonía entre agricultura y ganadería para aprovechar en forma más racional posible los recursos renovables que el suelo produce.
  • Diseñar sistemas de manejo Caprino, ligados al suelo, que permitan a los animales desarrollar de una forma natural todo su potencial genético.

Figura 1. Ejes o dimensiones fundamentales del desarrollo sustentable (Tomado de Toledo, 2007).

La sostenibilidad (WCED, 1987), se define como: «aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades ». De igual manera la FAO (1989), describe la sostenibilidad agrícola como la capacidad de un agroecosistema de mantener la calidad y cantidad de los recursos naturales a mediano y largo plazo, conciliando la productividad agrícola con la relación de los impactos del ambiente y atendiendo a las necesidades sociales y económicas de las comunidades rurales.



Fuente: https://sp.depositphotos.com/52433415/stock-photo-goat-grazing.html


Es sabido que los pequeños agricultores que viven en los ambientes marginales en el mundo en desarrollo pueden producir gran parte del alimento que requieren de manera sostenible y sin afectar el ambiente (Holt-Giménez et al., 2006, citado por Murrieta, 2007). Al respecto, Altieri y Nicholls (2002), señalan que los argumentos más comunes para sostener que los sistemas campesinos son sustentables se basan en que la producción agropecuaria se lleva acabo a través de una relación más armónica con la naturaleza, como consecuencia de una co-evolución entre sociedad y medio ambiente. Sin embargo, producto de sus investigaciones, Peña y Galindo (2007) indican que la explotación rural ha venido perdiendo viabilidad económica y social.

Esto se ha debido al monocultivo y a la industrialización,destruyéndose el modelo tradicional de producción diversificada (el cual incluye un espacio para el consumo familiar) y mostrándose incapaz de suministrar el alimento y los recursos necesarios para las familias rurales.

Sin embargo, aún han sido poco los esfuerzos para evaluar qué tan sustentables son estos sistemas (Altieri,2002). A pesar de que existen diversos métodos y técnicas,no hay una metodología universal para estimar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas; según Castillo (2004), los más validos son aquellos que incorporan el enfoque multidimensional de un sistema productivo, tales como el MESMIS o «Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo Incorporando Indicadores de Sostenibilidad. En América Latina, numerosos autores han sistematizado experiencias sobre evaluaciones de sostenibilidad. 



 Indicadores de sostenibilidad ambientales, sociales y económicos

Como ya se introdujo brevemente, MESMIS es una herramienta de desarrollo, que sirve para diagnosticar el agroecosistema, a la vez que ofrece una guía para las actividades a implementar, con directrices claras y estandarizadas de análisis. Dado que considera el factor local como aspecto fundamental de la diagnosis, MESMIS ofrece respuestas endógenas, por esa misma razón, es un método en permanente construcción (Masera et al., 1999). 


Las características fundamentales del enfoque de este método son (Astier, 2007):

1.- Es Relativista: porque establece los límites del sistema a estudiar y un horizonte temporal de evaluación, especificando los actores y sus objetivos particulares.
2.- Es constructivista: puesto que adapta el método al objeto de estudio y a los involucrados. 
3.- Exige múltiples criterios: ya que incorpora criterios ambientales, sociales y económicos.
4.- Posee un enfoque sistémico e integrador: ya que entiende el sistema agrícola como un conjunto de subsistemas que se interrelacionan y actúan como una unidad de producción, sustentable o potencialmente sustentable.
5.- Demanda Participación: Involucra la participación real de los agentes implicados.
6.- Es multidisciplinar: porque exige del concurso de profesionales de diferentes áreas para poder evaluar las múltiples dimensiones involucradas. 

MESMIS parte del supuesto que un agroecosistema sustentable es aquel que posee los siguientes atributos: Productividad, Estabilidad, Confiabilidad, Resiliencia, Adaptabilidad, Equidad, Autosuficiencia entre otros (Masera et al., 1999). Cada atributo puede evaluarse a través de diversos criterios diagnósticos (Tabla 1), por medio de los cuales se proponen indicadores que permitirán evaluar el grado de sustentabilidad del sistema (Masera et al., 1999).


Tabla:  Atributos y criterios diagnósticos de un agroecosistema sustentable, según MESMIS (Masera et al., 1999). 


De forma esquemática, MESMIS demanda seguir los siguientes pasos de manera recursiva (Figura 2) (Astier, 2007):

1. Caracterización del sistema de manejo. Caracterizar el sistema, definir los sistemas de manejo a evaluar, sus límites, subsistemas y flujos internos y externos de materia y energía.
2. Determinación de los puntos críticos. Fortalezas y debilidades del sistema.
3. Selección de indicadores. Determinar los criterios de diagnóstico de cada atributo y selección de indicadores estratégicos.
4. Medición y monitoreo de los indicadores. Diseño de herramientas o instrumentos de análisis y obtención de la información deseada.
5. Presentación e integración de resultados. Comparar la sustentabilidad de los sistemas de manejo analizados indicando sus principales obstáculos y aspectos que los fortalecen.
6. Conclusiones y recomendaciones. Síntesis del análisis y elaboración de sugerencias para fortalecer la sustentabilidad de los sistemas de manejo y el proceso de evaluación.


Fuente: Estructura general del MESMIS, desde atributos hasta indicadores

                      Fuente: Delgado (2010). recuperado de: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?                                                    script=sci_arttext&pid=S1316-03542010000200004

                     Fuente: Delgado (2010). recuperado de: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?                                                    script=sci_arttext&pid=S1316-03542010000200004

LOS REQUISITOS DE LA SOSTENIBILIDAD

 La sostenibilidad tiene tres pilares básicos: el ambiental, el social y el económico. Para que una actividad sea sostenible ha de ser ambientalmente sostenible, socialmente sostenible y económicamente sostenible, no vale con que sea muy sostenible en ciertos aspectos y falle en otros, por muy sólidos que sean uno o dos de los pilares es necesario el tercero para que podamos hablar de sostenibilidad.

En lo que se refiere a la sostenibilidad ambiental, Jorge Riechmann (2003) indica que para conseguirla se han de respetar las siguientes reglas o criterios operativos: 
1. Reducir a cero las intervenciones acumulativas y los daños irreversibles. 
2. Las tasas de recolección de los recursos renovables deben ser iguales a las tasas de regeneración de estos recursos. 
3. La tasa de vaciado de los recursos no renovables debe ser igual a la tasa de creación de recursos renovables. 
4. Las tasas de emisión de residuos deben ser iguales a la capacidad natural de asimilación de los ecosistemas a los que se emiten esos residuos (lo cual implica emisión cero de residuos no biodegradables). 
5. Han de favorecerse las tecnologías que aumenten la productividad de los recursos frente a las tecnologías que incrementen la cantidad extraída de recursos. El cambio tecnológico ha de promover la sustitución de recursos no renovables por renovables en la línea de una “estrategia solar”. 
6. Principio de precaución.


Fuente: Clasificación de los indicadores en base a los temas de sostenibilidad y las categorías (a partir de Segnestam y col., 2000)

Principios básicos de la Indice ganadería ecológica

La producción ecológica de alimentos se refiere a sistemas de producción agrícola, ganadera y de elaboración de productos agroalimentarios que pretende producir alimentos suficientes, libres de contaminantes químicos, de alto valor nutricional y organoléptico, producidos en sistemas que protejan y mejoren el medio ambiente, que respeten el bienestar animal, reduzca los costes de producción y permitan obtener una renta suficiente de los ganaderos y agricultores.

Se enfatiza que las producciones ecológicas deben contribuir al equilibrio de los sistemas agrícolas, potenciando el uso eficiente de los recursos de las explotaciones agrarias, o sea que todos los subproductos adecuados de la producción agrícola se empleen como alimento para los animales y los excrementos de los animales se utilicen para la mejora de la fertilidad de los suelos. Además los animales pueden desempeñar otras funciones beneficiosas en la explotación agrícola (control de hierbas y matorrales, control biológico, etc)  

  1. Los animales deben ser criados en libertad con una excepción, al igual que cuando por problemas acceso a áreas de pastos o ejercicio funcional climáticos existen dificultades para obtener los alimentos suficiente y adecuado, con lo cual se trata de ecológicos. Estas excepciones se detal lan garantizar las condiciones que aseguren a los posteriormente. animales el máximo de bienestar posible. 
  2. La carga ganadera debe ser adecuada y que garantice que los animales dispongan de suficiente  alimento en la época de crecimiento, evitando el hacinamiento, la destrucción de los pastos u otros recursos, especialmente en espacios naturales. En fin, se trata de evitar el sobrepastoreo, que además de reducir la producción vegetal, deja al suelo desnudo, provocando procesos de erosión y destrucción del mismo.
  3. Se da preferencia al uso de razas adaptadas a las condiciones locales. Estas razas al estar adaptadas a las condiciones de clima, suelo y alimentos, disponibles, necesitarán menos recursos y tendrán menos problemas de enfermedades. 
  4. La alimentación de los animales, tanto los pastos, forrajes y suplementos deben ser producidos bajo las normas ecológicas. El 100% de los alimentos  suministrados deben proceder de producción ecológica.
  5. La salud de los animales debe ser mantenida en base a la prevención. El manejo adecuado de los animales y el uso de razas adaptadas a las condiciones locales se consideran factores centrales para lograr estos objetivos.
  6. Se prohíbe el uso de antibióticos, estimulantes y aditivos de síntesis como tratamiento preventivo o en las formulaciones de alimentos. Estas sustancias frecuentemente se encuentran en los piensos industriales de algunas especies, pudiendo crear en el caso de los antibióticos, determinadas resistencias de los gérmenes patógenos en los animales, que se transmite al hombre a  través de sus productos (carne, leche, huevo).
  7. La curación de animales enfermos se debe basar en el uso de medicinas naturales y la homeopatía. Se restringe el uso de antibióticos y otros medicamentos alopáticos (convencionales) para tratar animales enfermos. 
  8. Los alojamientos de los animales deben ser suficientes, higiénicos, ventilados y brindar las condiciones adecuadas de protección de los animales contra el frío, calor, viento, etc.
  9. Los sistemas de producción ganaderos ecológicos por tanto producen alimentos de origen animal de alta calidad, libres de sustancias tales como hormonas, antibióticos y otros medicamentos que se emplean comúnmente en muchas explotaciones convencionales. 


Fuente: Recuperado de: https://www.agroecologia.net/recursos/asesoramiento/recursos-ja/ganaderia/folletoganaderianew.pdf


MOTIVACIONES PARA EMPRENDER LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA 

  •  Desarrollo sostenible del medio rural 

Una adecuada gestión sostenible de una zona rural donde coincide biodiversidad vegetal y animal en perfecto equilibrio ecológico con el medio puede llegar a ser muy eficiente y rentable con beneficios económicos, ambientales y sociales.
La ganadería ecológica, eminentemente vinculada a la tierra, utiliza sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente y proporciona productos de calidad competitivos en un mercado diversificado, cada vez más preocupado por la trazabilidad y el origen de los productos alimentarios.

  • Mercado actual y futuro de los productos ecológicos 

La ganadería ecológica está adquiriendo un protagonismo cada vez mayor en nuestro sistema productivo y cubre una demanda sensibilizada con los sistemas agrarios tradicionales, sostenibles y saludables, preocupados por el agotamiento de los recursos renovables, riesgos potenciales para la salud humana de los productos de origen animal, la reducción de la calidad de los productos pecuarios, el excesivo consumo de energía y una ganadería éticamente inaceptable. Con la ganadería ecológica se garantiza la obtención de productos alimentarios de origen animal de máxima calidad, saludables, con alto valor nutritivo, sin residuos químicos de ningún tipo y obtenidos en sistemas de producción tradicionales y respetuosos con el medio ambiente.


Figura 1. Modelo de ubicación de desviaciones técnicas en los sistemas de producción (Adaptado de Villareal y Byerly, 1984).

Referencias sobre la importancia de la implementación de sistemas agroforestales en Caprinos

  1. Armas, Wilmer, Arvelo, Miguel, Delgado, Aleyda, & D´Aubeterre, Ramón. (2006). El circuito caprino en los estados Lara y Falcón (Venezuela), 2001-2003: una visión estratégica. Agroalimentaria11(23), 101-110. Recuperado en 05 de junio de 2017, de http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-03542006000200007&lng=es&tlng=es.
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  3. Catan, A., & Degano, C. A. M.. (2007). Composición botánica de la dieta de caprinos en un bosque del Chaco semiárido (Argentina). Quebracho (Santiago del Estero), (14), 15-22. Recuperado en 05 de junio de 2017, de http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-30262007000100003&lng=es&tlng=es.



Bibliografías
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